Vilna, la más desconocida de las capitales bálticas
La iglesia gótica de Santa Ana, la Universidad y el parque Seriskiu, son sólo tres de los lugares imprescindibles en tu viaje a Vilna, la capital de Lituania. Sigue leyendo y… ¡descubre más!
Aunque suele estar a la sombra de sus vecinas Tallin o Riga, Vilna no se queda atrás. Es conocida como la ciudad de las iglesias por el gran número de templos que alberga y, además, cuenta con el casco antiguo de estilo barroco más grande de Europa (Patrimonio de la Humanidad desde 1994). Tanto sus iglesias como la arquitectura de sus edificios hacen que en la capital de Lituania se respire un ambiente especial, que hará de tu viaje por las capitales bálticas una experiencia única.
Vilna fue la capital del Ducado de Lituania y tuvo un gran desarrollo económico que atrajo a numerosos inmigrantes, creando así diversas comunidades y una vida multicultural en la ciudad. Fue invadida por los rusos, por las tropas de Napoleón, por los rusos de nuevo y por los alemanes durante ambas guerras mundiales. Siendo tras la segunda cuando se anexionó a la Unión Soviética, de la que se independizaría en 1991, pasando en 2004 a formar parte de la Unión Europea.
Se trata de una ciudad pequeña que se puede recorrer andando. Además, sus calles llenas de encanto te invitarán a pasear por ellas y descubrir cada rincón. En el siglo XVI Vilna estaba fortificada y contaba con nueve puertas de acceso, hoy sólo queda la puerta del Amanecer, que cuenta con una peculiar y pequeña capilla dedicada a la Virgen María. La calle principal del casco antiguo y la más turística es Pilies, y en ella encontrarás tiendas de ámbar lituano.
Entre todos sus templos, no te puedes perder la iglesia gótica de Santa Ana. Te sorprenderá por su fachada de ladrillo rojo, un material inusual para una iglesia. También tienes que visitar la iglesia barroca de San Pedro y San Pablo y la catedral de Vilna y su campanario, que está separado del edificio principal y ubicado en una torre de la antigua muralla.
Otra de las paradas obligatorias en tu escapada a la capital lituana es la Universidad de Vilna. Es uno de los principales atractivos turísticos de la capital, se fundó en el siglo XVI y, aunque permaneció cerrada durante unos años, hoy es uno de los centros educativos más importantes del país. Tras sus muros se encuentran trece patios, cada uno de ellos con diferente ornamentación.
También te recomendamos atravesar el parque Seriskiu para llegar a lo alto de la colina en la que se encuentra la torre del castillo de Gediminas. Desde aquí podrás disfrutar de unas maravillosas vistas de la ciudad; y visitar el museo del genocidio, que se encuentra en la antigua sede que la KGB tenía en la capital.
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